15 junio 2006

Lugares de Raabe: Saro

Saro, con una población que se acerca a los 30.000 habitantes, es la tercera ciudad más grande del Imperio, por detrás de Drak y Sagetra. Su situación alejada del núcleo del Imperio le han dado independencia suficiente para administrarse política, económica y socialmente.

La ciudad fue fundada hace más de 2000 años por Mael I, el primer emperador del Imperio. Situada en la desembocadura del río Limo, se convertiría en capital del Imperio hasta el año 2188, que se traslado a Drak.

En sus orígenes solo era un fuerte permanente del Imperio, donde se albergó la segunda legión. Poco a poco el fuerte se fue llenando con los legionarios licenciados, sus familias, luego con los comerciantes y buhoneros, hasta que las casas que se agrupaban en el exterior del fuerte tomaron entidad propia. En el año 60AI (antes del imperio), su puerto era considerado el más grande de todo Raabe. En el año 45AI, se construyó la primera muralla, para defenderse de los ataques de los bárbaros de las montañas. En el año cero, Mael I la nombro como la capital de su Imperio. En el año 434 (después de la fundación del imperio), el crecimiento constante de la ciudad desplazó el fuerte a otra ubicación más alejada, y en el año 856 se levantó la segunda muralla, tal y donde se encuentran en la actualidad. En el año 1897, la ciudad fue atacada y casi devastada por las fuerzas de la oscuridad en la Guerra del loco, sufriendo un asedio de casi un año, afortunadamente Iloran fue derrotado y sus servidores volvieron a los oscuros túneles de los que emergieron.
Cuando la capital del Imperio se traslado a Drak, la segunda legión, asociada desde siempre al emperador, también se trasladó. Desde entonces fue la octava legión la que ocupó el fuerte. Tras la última invasión por parte de los bárbaros, la octava legión también abandonó el fuerte, situándose en posiciones más estratégicas en las inmediaciones de la frontera.

Durante todos estos años, la ciudad a sufrido cuatro invasiones, 12 inundaciones, un terremoto y 3 incendios. Pero siempre, después de cada catástrofe, la ciudad y sus gentes resurgían con nuevas y renovadas fuerzas.

En la actualidad, Dívimus Reticus es la cabeza visible y teórica máxima autoridad en Saro. Aunque el gobierno de la ciudad está lejos de recaer en una sola persona. El consejo, formado por cientos de políticos, (pretores) agrupados en diferentes facciones (o partidos), dirige el destino de la ciudad y de los que en ella habitan.

Los lugares más destacables de Saro, son la ciudadela del Gobernador, una isla fortificada en medio del río donde el gobernador tiene su palacio. El gran puente, una impresionante obra arquitectónica de piedra que cruza el río uniendo ambas partes de la ciudad, aun hoy los estudiosos se preguntan como no se hunde por su propio peso. Los restos abandonados del fuerte de la legión, como símbolo del poder del Imperio sobre la ciudad, ahora en decadencia. El laberinto es una zona de la ciudad donde las leyes del urbanismo fueron olvidadas momentáneamente, existiendo calles que no llevan a ningun sitio, calles sobre casas, casas sobre calles, patios inaccesibles, callejones subterráneos, casas sin entrada, un horror poco recomendable para pasear, especialmente si el sol se ha ocultado tras el horizonte.

Los límites de la ciudad fueron rebasados hace ya tiempo, existiendo todo un núcleo urbano pegado al exterior de las murallas extendiendo la superficie real de la ciudad. En esta zona llamada la ciudad exterior, habitan las personas con menos recursos, los desahuciados, los nómadas, leprosos, criminales buscados, y ralea similar.

Saro también fue famosa en su momento por la extensa red de crimen organizado que se movía por ella, pero desde que la octava legión se marchó, todo eso cambió bastante, lo que hace presuponer que el antiguo general de la legión tenía bastantes asuntos con estas organizaciones.

Cuando parecía que Saro estaba condenada al olvido por su cada vez menos importante participación en los asuntos de la capital, un nuevo acontecimiento ha despertado de nuevo el interés por esta ciudad. Hace apenas unos meses, unos barcos extraños, llegaron al puerto de Raabe, provenían de un continente alejado varios meses de navegación al noreste de Raabe. Parece que los países a los que representaban buscaban establecer tratados comerciales. Esto ha despertado el interés del Imperio por el desarrollo comercial y naval, aparte de obtener una nueva fuente de ingresos.

Todo esto no es más que una pequeña introducción sobre esta mágica ciudad, si deseas conocerla más a fondo, no seas cobarde y aventúrate en el interior de sus muros... después de esperar la cola como todo el mundo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

No hablas de la torre de Abromius, con los buenos ratos que hemos pasado en ella!

Verdad que si? ;)

Anónimo dijo...

Ya, pero no es un elemento destacable de la arquitectura de la ciudad.
Además está vieja y destartalada, y hace años que no paso por allí, seguro que se ha llenado de ratas.