22 noviembre 2005

Mientras tanto, no muy lejos de allí.

Mientras nuestros amigos investigan y exploran el mundo y el submundo para intentar averiguar que demonios está ocurriendo, el Imperio también a puesto su maquinaria a funcionar buscando el mismo objetivo que nuestros héroes.
Pare ello encargo al ministerio de información, en colaboración con el ministerio de justicia y el ministerio de la guerra, que formara grupos de incursión en terreno dominado por los Giaks, para intentar conseguir algún tipo de información útil.
Para ello, rastrearon la prisiones del imperio en busca de presos condenados a muerte, y les dieron la opción de lograr el indulto Imperial, si llevaban a cabo estas peligrosas misiones.
Narraremos en nuestras crónicas las aventuras de uno de estos grupos, el formado por :

  • "El mulo". Así apodan a este gigantesco negro proveniente de más alla de las islas remotas y adorador de extraños dioses, guerrero feroz, acusado de pirateria, y de colaboración con traidores al imperio.
  • Cornellius Balzoth. Apenas un chaval, pero con madera de héroe. Es un claro ejemplo de estar en el lugar equivocado en el momento equivocado. Acusado de violación y asesinato, aunque insiste que no conocía a la chica.
  • "Néon". Es el extraño apodo de este poco agraciado mercenario, pirata, bandido, traficante y asesino. También carne de horca, si no fuera por esta extraña misión a la que se apuntó sin dudarlo.
  • Tavik. Este ex-legionario es el lider de la expedición, asesino, mercenario, bandido, es conocido entre los mercenarios por su crueldad.
  • Nuvellen. Esta escurridiza sabandija criada en los bajos fondos de Saro antes de la reconquista, tambien tenía una cita con el cadalso, pero ha preferido posponerla aceptando la misión.
  • Falwik. Otro gigante bestial, abusón, cruel, aunque con poco seso. Ha violado, asesinado, y disfrutado con ello, y su destino era la horca, antes de que se le presentara esta oportunidad.
Este es el "simpático" grupo de scouts, que deben adentrarse en terreno tomado por los Giaks, para ver si consiguen algún tipo de información, campamentos base, número de tropas, abastecimiento, líderes, tácticas, lo que sea que el Imperio considere justo a cambio de rescindir sus penas de muerte.

En estos momentos, cinco de los miembros de este grupo se encuentran en las profundidades de una enorme y absolutamente oscura caverna, perseguidos por Giaks, y Trolls. Con el joven Cornellius, y el mulo, gravemente heridos. Ocultos tras una catarata subterranea rezando a sus dioses para que no les descubran, e intentando sanar sus heridas.

¿Como llegaron a esta desagradable situación? pues la historia es larga, pero intentaré resumirla para no aburrir a la audiencia.
Salieron de Drak en dirección a Dursha, una de las ciudades imperiales perdidas por la ofensiva de los Giaks. Evitando caminos y vias principales, se adentraron en los bosques cercanos a dicha ciudad. Una de las noches atacaron a un grupo de Giaks que transportaban en un carro-jaula a tres personas, durante este ataque acabaron con todos los Giaks, pero Falwik resulto herido por una de las ponzoñosas armas de los Giaks, sufriendo grandes fiebres y dolores.
Dejaron a Falwik al cuidado de los tres presos liberados del carro, deseandoles suerte en su camino de vuelta a Drak, mientras ellos continuaron camino. Tras varios dias ocultos en los bosques, descubrieron unas misteriosas sendas en lo profundo de los bosques que los Giaks utilizaban constantemente. Siguiendo una de ellas, acabaron adentrandose en una cueva excavada en la tierra, ésta cueva no era natural, pues incluso encontraron railes que conducían vagonetas con escombros. La cueva resulto ser uno de los extremos de un entramado laberinto de túneles y corredores que poco a poco se adentraban en las profundidades del mundo.
Muchas cosas interesantes descubrieron, como a un Troll capturado por los Giaks, al que le daban de comer a prisioneros humanosm ¡vivos!.
En un momento dado, fueron descubiertos, y comenzó el cataclismo, patrullas giaks, comenzaron a perseguirles, e incluso tuvieron un encuentro con un Troll, al que consiguieron abatir.
Finalmente descubrieron una enorme caverna de altos techos, a la que llegaban numerosos túneles y donde las vagonetas se cargaban de escombros para salir de nuevo a la superficie. En esta caverna, había humanos esclavizados, trabajando en unas enormes forjas, de la que salían armas, armaduras y máquinas de guerra. Cuando algún humano moría de agotamiento, era inmediatamente depositado en vagonetas para que los sacaran con el resto de los escombros.
Afortunadamente encontraron una catarata subterranea con una pequeña oquedad en la que podrían descansar y curar sus heridas.

Pronto continuaremos con las crónicas de estos involuntarios héroes, y esperemos que felizmente...

Saludos, y disfrutad de vuestra vida, mientras el Imperio os protege...

1 comentario:

Sogul dijo...

Lo estoy reviviendo... Una sala subterránea llena de enemigos, un río (subterráneo también) como única salida, un personaje rodeado por culpa de una mala caida en medio de todos ellos, una peligrosa huida en el sifón del río y un éxito parcial en la misma al recoger a uno de los personajes ahogado... Lo bueno es que consiguió sobrevivir y aún sigue entre nosotros...
Saludos!