20 octubre 2005

Lugares de Raabe: El mar de la muerte.

Aqui doy comienzo a otra nueva sección de estas crónicas, los lugares de Raabe, donde se describirán las localizaciones más famosas de Raabe, sus leyendas, costumbres, historia, y todo lo que haga falta para poder situa mejor a nuestros heroes en el entorno en el que se mueven.

Y para empezar:

El mar de la muerte.


"Cuatrocientas millas al sur sur-oreste de la isla de Idubea, siguiendo el meridiano 86, existe una región del mar en permanente niebla. Es de suponer que algún tipo de isla se encuentre en su interior pues esa es la única manera natural de que la niebla se encuentre siempre en las mismas coordenadas. [...] Muchas son las leyendas que circulan de boca en boca sobre lo que oculta en su interior, pero solo en una cosa coinciden, todo el que se aventure a entrar, solo la muerte encontrará." ...
Extracto del Theatrum Terrarum de Gerardus Waghenaer.

A poco más de una semana de navegación desde el puerto de Saille, se encuentra una misteriosa región donde una densa niebla flota sobre el agua permanentemente. Dejando de lado la leyenda y pasando a los hechos descubiertos por algunos de nuestros héroes, efectivamente, en su interior se encuentra una pequeña isla, la isla de Loria, donde el archimago más famoso de todos los tiempos tenía su morada, Kelkos el inmortal.
La morada de Kelkos siempre fue conocida por todos como un lugar inexpugnable, protegido de tal manera que era imposible llegar salvo que conocieras la manera. Obviamente, solo Kelkos sabía el secreto. En este punto es donde la realidad y la leyenda se unen, pues ciertamente, si algún incauto se adentraba en las aguas cercanas a la isla, nunca más volvía a saberse de él. Los años y las desapariciones, fueron dando paso a la leyenda, llegándose finalmente a conocer la región como, el Mar de la Muerte...

La realidad, como siempre, es mucho más sencilla a la par que inquietante.
Resulta que por algún motivo no explicado, las aguas que rodean la isla, están infestadas de una misteriosa alga negra, descubierta hace muchos siglos por Kelkos. Dicha alga tiene una serie de propiedades que le resultaron de gran utilidad al hechicero para proteger su isla. Entre ellas está la dudosa virtud de ansiar cualquier tipo de forma de vida, llegando incluso a poder detener un barco, lenta pero inexorablemente, trepar por su borda hasta alcanzar a todos los tripulantes a bordo para ir succionandoles la vida poco a poco, hasta dejarlos como meros cascarones vacíos.

Estas y otras curiosidades la hacen el guardian perfecto para evitar visitas no deseadas.

Además de las algas, existen otras protecciones mágicas que el propio Kelkos instaló en la isla, así como algunos guardianes demoníacos, conviertiendola en una de las zonas más desconocidas del mundo, y por lo tanto de las más deseadas de visitar por todos los curiosos, aventureros, y hechiceros.

Basandose en los datos obtenidos con el paso de los años (hasta ahora), solo se tiene registro de tres personas que entraran en el mar de la muerte y salieran con vida. Ninguno recuerda nada, pues estaban demasiado borrachos...

Os deseo suerte, si pese a mis advertencias osais aventuraros en tan peligrosas aguas, buena suerte viajeros....


Cien virgenes de belleza sin par
buscan un marino guapo y fuerte,
que sea capaz de echarse a la mar,
y despreciar la sonrisa de la muerte.

oh, oh, oh, oh
el marino que se aventure a entrar
seguro que la muerte va a encontrar
oh, oh, oh, oh

Las malas lenguas hablan
que dentro de la niebla blanca
gemas y rubies aguardan
al que por entrar, no se atraganta.

oh, oh, oh, oh
el marino que se aventure a entrar
seguro que la muerte va a encontrar
oh, oh, oh, oh

Si voluntariamente deseas ir

demostraras muy poco seso,
pues no es tontería decir
que no volveras ileso.

oh, oh, oh, oh
el marino que se aventure a entrar
seguro que la muerte va a encontrar
oh, oh, oh, oh

Existen sobradas razones
para no tenerte que avergonzar
por cagarte en los calzones
cuando al mar de la muerte te obliguen a navegar

oh, oh, oh, oh
el marino que se aventure a entrar
seguro que la muerte va a encontrar
oh, oh, oh, oh

Típica cancion marinera. "Costumbres y folklore popular" de Albertus

1 comentario:

Anónimo dijo...

Quemamucho el sol